Cuando tienes al SEÑOR en tu vida no hace falta nada más. EL lo es todo y con EL nada hace falta. EL es la razón de nuestro vivir, el motivo de nuestro existir. EL fue quien vino a nosotros y puso su mirada en nosotros. Cada experiencia vivida con EL es un tesoro para tu viva. Cuando le diste tu vida, EL te dio el milagro de volver a nacer. Así que gózate en EL y dale tu alabanza. EL es el que guarda tu camino y trae bendición a tu vida. No hace falta un milagro para poder cree en EL. EL es el que cada mañana, da un nuevo aliento de vida a tu ser. Levántate hoy y comienza a caminar. Te doy mi testimonio, que cuando le di mi vida al SEÑOR yo caí rendido a sus pies. Pero por mucho tiempo antes de eso, EL me estuvo buscando y yo ignoraba su voz. Pero un día de desesperación EL vino a mi encuentro y me rendí ante EL. Vacié en EL mis carga y confié en EL. Perdí muchas cosas en el proceso, pero eran cosas que no necesitaba y que me alejaban de la comunión con DIOS. Son muchas más las cosas positivas que he ganado, las bendiciones que me ha dado, pero sobre todo lo más que deseo y vivo, es estar ante SU presencia, sentir SU abrazo, sentir SU amor, SU paz y SU protección.
Te invito a que busques del SEÑOR y anheles estar en SU presencia. Sí EL está en ti, no hace falta nada más, porque EL lo llena todo. Pregúntate esto, ¿Que fue lo que lo movió, a poner SU mirada en ti? ¿que fue lo que lo movió, a moverse hacia ti? Escucha la contestación a estas preguntas, que te está dando tu corazón. ¿Entiendes ahora la insistencia del SEÑOR en buscarte y en que te mantengas en SU camino? Es por esta razón también, que tenemos el deber de llevarle a otros lo que EL ha hecho con nosotros. Para que ellos puedan entender porque es que EL los busca y dejen de ignorar su llamado. Da por gracia lo que por gracia has recibido. DIOS, te amo.
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