La victoria está cerca.

La victoria está cerca.


Con todos los ajetreos de la vida, situaciones que pasamos y las batallas. Nos vamos desgastando. Desgastamos nuestra armadura. Venimos ante EL SEÑOR sedientos y cansados. Consientes de la necesidad DE EL. Consientes de la necesidad de SU ESPÍRITU, SU PRESENCIA Y DE SU AMOR. Venimos ante su presencia para que cure nuestras herida. Venimos a sus brazos buscando que sacie nuestra sed y nos sumerja dentro del rio de SU ESPÍRITU. Para que nuestras fuerzas sean renovadas y podamos seguir el camino de la batalla. Donde al final del camino nos dará la victoria. Donde estaremos con EL sentados a la mesa y podamos disfrutar con EL de los manjares que tiene para nosotros. Y que podamos habitar con EL en las mansiones celestiales, que ya preparo para nosotros. Así que sumérgete en el rio de SU ESPÍRITU y continua luchando, que la victoria está cerca.


//Cansado del camino, sediento de ti, un desierto he cruzado, sin fuerzas he quedado, vengo a ti. Luché como soldado, a veces sufrí, y aunque la lucha he ganado mi armadura he desgastado vengo a ti...//

Coro:
//Sumérgeme en el río de tu espíritu, necesito refrescar este seco corazón sediento de ti//
Cansado del camino, sediento de ti, un desierto he cruzado, sin fuerzas he quedado vengo a ti. Luché como soldado, a veces sufrí y aunque la lucha he ganado mi armadura he desgastado vengo a ti...

Coro: (2 veces)
Sumérgeme... en tu presencia señor. Sumérgeme... en el río de tu espíritu.
Sumérgeme... lo necesitamos señor. Sumérgeme....