sábado, 30 de junio de 2012

El perdón es difícil, pero necesario.

El perdón es difícil, pero necesario.


El perdón es difícil pero necesario. Puede que te preguntes, ¿debo perdonar, tengo que perdonar? Mira la respuesta en Mateo 18:21-22

18:21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete?
18:22 Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

Si hay que perdonar. ¿Por qué hay que perdonar? Porque en el perdón hay ganancia, hay bendición y porque con la misma vara que midamos seremos medidos. Mira lo que nos dicen en Lucas 6:36-38

6:36 Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso.
6:37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
6:38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.

DIOS va un poco más lejos, nos dice que cuando oremos, perdonemos. Sí hay algún rencor contra una persona al oras pide porque esa persona pueda cambiar y declara bendición sobre ella. Es difícil orar por una persona que te ha hecho mal y más pedir bendición sobre ella, pero es necesario y trae bendición a tu vida. Mira lo que nos dice en Mateo 11:25-26

11:25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.
11:26 Porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas.

En el perdón hay sanación, hay bendición. El perdonar es difícil y más cuando has sufrido mucho, cuando te han destruido. El no perdonar crea una coraza a tu alrededor, crea coraje, amargura, sufrimiento y dolor. Al perdonar encuentras liberación, paz, alegría y bendición.

¿Cómo puedes perdonar si hay tanto resentimiento, coraje y dolor dentro de ti? No es fácil, pero tampoco imposible. Lo primero es ir a los pies de la cruz, allí donde JESUCRISTO dio su vida por ti y por mí. Mira a JESUCRISTO que después de ser maltratado, humillado, castigado, EL miró por amor a sus juzgadores. No los condeno y actuó en amor y misericordia, EL sabia, que la maldad que se había apoderado de ellos, era la que les hacía no actuar en corrección y en justo juicio. Es por eso que desde SU agonía y desde la cruz, EL le pide a SU PADRE que les perdone, diciendo “PADRE perdónalos porque no saben lo que hacen” EL conocía lo que se estaba desatando con sus palabras. Había liberación, había paz, había misericordia y sobre todo había amor. Al perdonar estas son las primeras bendiciones que recibes, porque luego recibirás otras más. Quiero que entiendas algo bien claro y en esto podrás entender muchas cosas. Lo que tú digas con tu boca o desees a otra persona con tus pensamientos, es lo que regresara para ti nuevamente. Vamos a tomar esta porción de Lucas 6:38, “porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”, la palabra es viva y lo que tu declares hacia el frente, es lo que recibirás hacia atrás. Si bendices, serás bendecido, si maldices, serás maldecido, es por esta razón que JESUCRISTO en su inmenso amor nos dio bendición al perdonar, si hubiera hecho lo contrario nos hubiera maldecido. Aunque era EL quien estaba en esa cruz, era a nosotros quien EL representaba, EL tomo nuestro lugar para traernos bendición y vida eterna. Así que; El perdón es difícil, pero necesario. DIOS, te amo.



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