Vengan a mí…

Vengan a mí…




Todos los que estén cansados y sedientos, vengan a MÍ, dice EL SEÑOR. “Pensaste que nunca podrías ese pecado dejar. Penaste que nadie quería ayudarte a esa carga llevar. Siempre he querido en tu vida trabajar. Siempre he deseado que conozcas MI verdad. MI yugo es fácil y ligera MI carga. Ven a mí y te hare descansar. Corre a mis brazos que te he estado esperando, quiero poderte abrazar y tocar. Cuando ya no tengas fuerzas y creas que ya no puedes mas, recuerda que estoy aquí para cargarte en mis brazos. Recuerda también que no estás solo y que estoy contigo en tu lucha. Ese pecado no te va a vencer. Sigue luchando por qué pureza quiero de ti. No es casualidad que hoy estés leyendo esto y te encuentres aquí. YO fui quien te trajo aquí. Te amo y quiero tu pureza como regalo”. Hermano dale lo mejor de ti al SEÑOR, dale tu pureza. EL entrego SU vida por nosotros y no se merece menos. DIOS te amo.