domingo, 26 de febrero de 2012

Eras TÚ.

Eras TÚ.

Eras TÚ, era TU mirada. Eran TUS palabras las que me llamaban todas las mañanas. Eras Tú, era TU sonrisa, cuando despertaba cuando entraba el sol a diario a mi ventana. Aunque no te conocía desde entonces entendía que, eras TÚ, lo sé. El que me protegió cuando perdí mi rumbo y me alejaba de TU amor. Eras TU, lo sé el que me levanto, me poso en SU regazo y restauro mi corazón. Eras Tú, yo no lo entendía, el que con amor para traerme a TI, mi corazón hería. Eras TÚ, yo no lo sabía, que cuando cruce por el desierto aquel me hacías compañía. Me guiabas con TU mano buen pastor. Eras TÚ.

En muchas ocasiones, en distintas situaciones cuando más desesperado(a) has estado, has visto la mano del SEÑOR obrar. Sabes que es EL, porque no había forma de que sucediera de la manera que sucedió. En otras ocasiones, has sentido su calor y sus brazos, cuando una persona te ha abrazado y has sentido que no fue la persona quien te abrazo, sino EL quien te abrazó. Al despertar en la mañana EL te ofrece una nueva oportunidad, para que puedas darte cuenta de que está a tu lado. De poder caminar junto a ti durante el día. Que puedas entender que en medio de tus situaciones y diario vivir, solo mires a tu lado y lo puedas ver. Que puedas tener la confianza de hablar con EL. EL te ama y no te va dejar aunque en la mañana te levantes y no te acuerdes de EL. Aunque en el día y al acostarte no te hallas acordado de EL. EL está ahí porque sabe que en el momento difícil, tu voltearas tu mirada a EL y EL no te reclamará nada, solo extenderá SU mano y te levantará, sanará tus herida y te cubrirá con SU amor. DIOS te amo.



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