viernes, 6 de abril de 2012

Fue por ti y por mí.

Fue por ti y por mí.


Fue por ti y por mí que nuestro SEÑOR JESUCRISTO fue a la cruz. EL tomó nuestro lugar, EL sabia, que el precio por nuestros pecados era alto. Si miramos el cruel castigo al que fue sometido EL SEÑOR y nos preguntamos, ¿si por ese tormento, teníamos que pasar? Nos daríamos cuenta, que no podríamos soportar tal castigo. Si supieras que fue el único condenado a morir, sin haberle encontrado culpa alguna. Hoy miramos las películas de su pasión y muerte, y nos dejan saber a qué grado fue el castigo que sufrió. Realmente nos tiene que amar, para tomar tu lugar y el mío. Hay algunos que les pasa por la mente; Si, pero EL era DIOS. Sí, el era DIOS, pero en ese momento EL ya se había despojado de toda su grandeza. Para pagar el precio de nuestro pecado, EL no lo podía hacer como DIOS, lo tenía que hacer en la naturaleza humana. Sicológicamente EL sufrió la soledad, el desprecio, la traición, la indiferencia, la humillación. En la parte física el dolor de cada puño, cada latigazo, con los diferentes látigos y siendo su piel desgarrada, cada patada, las veces que le escupieron, lo arrastraron por el piso. Para colmo, cargar la cruz en la cual tenía que morir, los clavos en sus manos y sus pies. No sé cómo no podamos entender, cuál fue SU sacrificio. No le demos el valor que se merece. Nada de lo que podamos hacer puede pagar ese sacrificio, ese acto de amor. Pero claro, si ya nuestras mentes están cauterizadas con tantas películas tan graficas de muerte y destrucción. Con los asesinatos y la promoción de los noticieros y periódicos a los mismos asesinatos y violencia. ¿Cómo pueden darle valor al ver por lo que paso nuestro SEÑOR JESUCRISTO, si para sus mentes es una imagen más de lo que ven cada día? Pero sí, EL sufrió todo dolor y es pro que te ama que lo hizo. EL no descansara ni un solo instante, para darte la oportunidad de que aceptes SU sacrificio. Lo hace por amor a ti, porque no quiere que te pierda. EL preparo la puerta para que escapes de tu muerte eterna, por causa del pecado. Es tu decisión entrar por la puerta. No lo pienses más y decídete a entrar por ella. Tú no sabes si al llegar al final de tus días te dé tiempo a pasar por la puerta de su SALVACIÓN. SEÑOR gracias por tu amor y por tu sacrificio. DIOS, te amo.




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