viernes, 1 de mayo de 2015

Ya no tienes que esperar.

Ya no tienes que esperar.

Dice la palabra de DIOS en Juan 5:2-9
5:2 Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de
las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco
pórticos.

5:3 En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que
esperaban el movimiento del agua.

5:4 Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el
agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua,
quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.

5:5 Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba
enfermo.

5:6 Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le
dijo: 
¿Quieres ser sano? 

5:7 Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque
cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que
yo.

5:8 Jesús le dijo: 
Levántate, toma tu lecho, y anda.

5:9 Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día
de reposo aquel día. 

Ya no tienes que esperar que venga un ángel a mover las
aguas del estanque, porque DIOS mueve las aguas del estanque para ti. Tu
milagro y bendición, ya DIOS movió las aguas, hay torrentes de aguas moviéndose
en este momento. Créelo porque lo vas a recibir. DIOS, te amo.



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