miércoles, 24 de junio de 2015

Déjame ver lo que tú ves, SEÑOR.

Déjame ver lo que tú ves, SEÑOR.

Muchas cosa están pasando que no podemos ver. Porque el
enemigo nos ha entretenido con las cosas del mundo y no nos hemos dado cuenta
de lo que DIOS nos ha querido mostrar. Estamos en el final de los tiempos y
muchos ni se han enterado. Otros no les interesa o creen que son cuentos de
camino y otros tienen miedo y no desean ver ni escuchar de esto. DIOS quiere que
entiendas bien lo que va a suceder, para que puedas tomar SU mano y caminar con
EL. Quiere hablarte ahora, analiza bien esto que está en Daniel 4:11-17
4:11 Crecía este árbol, y se hacía fuerte, y
su copa llegaba hasta el cielo, y se le alcanzaba a ver desde todos los
confines de la tierra. 


4:12 Su follaje era hermoso y su fruto abundante,
y había en él alimento para todos. Debajo de él se ponían a la sombra las
bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y se
mantenía de él toda carne.

4:13 Vi en las visiones de mi cabeza mientras
estaba en mi cama, que he aquí un vigilante y santo descendía del cielo.

4:14 Y clamaba fuertemente y decía así: Derribad
el árbol, y cortad sus ramas, quitadle el follaje, y dispersad su fruto;
váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas.

4:15 Mas la cepa de sus raíces dejaréis en la
tierra, con atadura de hierro y de bronce entre la hierba del campo; sea mojado
con el rocío del cielo, y con las bestias sea su parte entre la hierba de la
tierra.

4:16 Su corazón de hombre sea cambiado, y le sea
dado corazón de bestia, y pasen sobre él siete tiempos.

4:17 La sentencia es por decreto de los
vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los
vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y que a quien él
quiere lo da, y constituye sobre él al más bajo de los hombres. 

Recibe lo que DIOS ha querido decirte y pide dirección. Pídele
a DIOS; Déjame ver lo que tú ves y enséñame el camino a seguir. Viene un
periodo de bendición, otro de destrucción y sigue la gran cosecha, después
veras la Luz del cielo, el Alpha y omega. DIOS, te amo.



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