miércoles, 5 de octubre de 2016

Con manos vacías.

Con manos vacías.

Saben, un día vine a DIOS
con mis manos vacías. No sabía qué hacer para EL, para un DIOS que lo había
dado todo por mí. Quería servirle y no sabía cómo. Quería devolverle una
pequeña parte en agradecimiento por lo que había hecho por mí. Pero no sabía
cómo. La bendita palabra de DIOS me dice en Salmo
32:8 Te haré entender, y te enseñaré el
camino en que debes andar;


Sobre ti fijaré mis ojos.

Cada día me acerco a EL
con manos vacías y hago lo que dice SU palabra en Jeremías
33:3 Clama
a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces.
 

Todos los días vengo
delante de EL con las manos vacías y con la expectativa de ver que es lo que EL
tiene para mi, para yo poder regalar lo que por gracia EL me ha dado. No hay
mayor satisfacción que poder dar de lo que DIOS te da.

Hermanos es por eso que
les pido que vallan delante de DIOS con sus manos vacías y con la expectación y
seguridad de que DIOS te las va a llenar de SU gran poder y amor, para dar a
tus hermanos y al mundo lo que deposito en tus manos. La satisfacción de
hacerlo es inmensa y la recompensa es mayor. DIOS, te amo.

https://www.youtube.com/watch?v=LkMgbqH9COg

No hay comentarios:

Publicar un comentario