martes, 8 de febrero de 2011

Hoy vengo a adorarte.

Hoy vengo a adorarte.

Vivimos una vida tan agitada que nos sumimos en todas las situaciones difíciles. La vida es como una rueda que va girando sin parar y al girar nos envuelve. Nos lleva y no encontramos como salir de ella. Nos levantamos y nos montamos en la rueda que va a alta velocidad hasta que llega tarde en la noche que nos bajamos de ella para dormir y retomarla en la mañana siguiente. Pero ya es tiempo que ágamos un alto y alcemos nuestra vista al cielo y veamos al DIOS de todo lo creado. EL no nos dio esta vida agitada, fuimos nosotros los que lo creamos y nos metimos dentro de ella. Así que ágamos un alto y admiremos todas las cosas bellas que DIOS creó para nosotros. Vamos a decirle a DIOS; Hoy vengo a adorarte. Vengo a postrarme ante TI. A decirte que te amo. Eres mi DIOS, merecedor de toda gloria, honra y honor. Eres bello y maravilloso para mí. Quiero darte gracias por TU amor por mí. Por las misericordias que son nuevas cada mañana y porque perdonas todas mis ofensas. Porque con el ajetreo de la vida ni me acuerdo de TI y TU me haces recordar en cosas sencillas y simple que TU estas ahí conmigo. Que sigues a mi lado amándome. Hermano(a) DIOS está siempre a tu lado. Vamos a tenerlo presente en cada momento del día. Vamos adorarle y decirle que lo amamos durante todo el día. No dejemos que la vida nos envuelva en su rueda y ágamos el alto. Recordemos que solo tenemos una vida para hacer nuestros tesoros. No acumulemos nuestros tesoros aquí en la Tierra porque la final de nuestros días nos los podemos llevar. Acumulémoslo en el cielo porque ese tesoro es perecedero y será para una vida eterna. Alaba a DIOS, dile y demuéstrale cuanto lo amas. DIOS te amo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario