Pides y no recibes.
Nos preguntamos ¿por que cuando pedimos
en oración no recibimos lo que pedimos? Dice en Santiago 4:3 Pedís, y no recibís, porque pedís mal,
para gastar en vuestros deleites.
Pedimos pensando en lo que creemos que
es bueno para nosotros y le damos instrucciones a DIOS de como lo tiene que
hacer. DIOS conoce todas nuestras cosas y sabe lo que es mejor para nosotros.
EL tiene un plan perfecto para nosotros y en muchas ocasiones no cambia la circunstancia
por el momento, porque utiliza la circunstancia para cambiar algo en nosotros y
darnos una enseñanza. EL nos ama y no nos va a destruir, EL nos va a
transformar. Dice en Jeremías 29:11-13
29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová,
pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
29:12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;
29:13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
29:12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré;
29:13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
Hay que buscar a DIOS de todo corazón, creyendo
y no dudando que EL va a hacer la obra en nosotros. EL nos dejo el PADRE
NUESTRO como ejemplo de cómo debemos orar y pedir. Dice en Mateo 6:6-13
6:6 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora
a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará
en público.
6:7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
6:8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
6:7 Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
6:8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
6:9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
6:13 Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
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