Cuando ya no tengas fuerzas.
Cuando ya no tengas fuerzas levanta tus manos al cielo. Al levantar tus manos, tu cuerpo queda indefenso. Le estás diciendo a DIOS, aquí estoy rendido a TI. Me rindo ante TU presencia, ya no puedo más. Necesito de TU fortaleza. Cuando alzas tus manos y comienzas a alabar a DIOS en medio de tu situación. DIOS pone su misada en ti y los cielos comienzan a obrar en tu favor. La paz de DIOS comienza a invadir tu corazón. Comienzas a sentir ríos de agua viva que van corriendo por todo tu ser. Es el fugo del ESPÍRITU SANTO que va cubriendo todo tu ser. Tus fuerzas te son renovadas y la gloria de DIOS ves frente a ti. Vamos ven, continua alzando tus manos y alabando a DIOS. Recibe el milagro que DIOS tiene para ti. DIOS te amo.
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